REVIEW: "No blood no tears (2002)" By Felipe Múgica


Seguimos adelante con el proyecto en conjunto con "Mike y sus Chinos" dedicado al coreografo y artista marcial Jung Doo Hong y en esta ocasión se suma a la iniciativa el gran Felipe Múgica trayéndonos la opinión de otras de las cintas donde nuestro protagonista deja su huella, no es otra que la fabulosa "No blood no tears (Pido nunmuldo eobshi)" del año 2002 dirigida por Ryoo Seung-wan.

"Al ver esta película resultan inevitables las comparaciones con los filmes de Guy Ritchie (en mi opinión más que con los de Tarantino como se ha comentado por ahí) "Lock & Stock" o "Snatch". Así, muchos de los lugares comunes de estas dos producciones se pueden encontrar también en esta película: ambiente de bajos fondos, mafias, mafiosos que pegan a sus novias, apuestas, deudas, matones, policías, violencia, los típicos personajes chistosos, un macguffin que hace moverse todo el argumento (en este caso el dinero robado de unas apuestas, perseguido por varios personajes)... con algunas variaciones, como son ceder el protagonismo de la historia a dos personajes femeninos (mientras que el universo de los filmes de Guy Ritchie es eminentemente masculino) o la inclusión de artes marciales en los momentos de peleas (coreografías de Jung Doo-hong).

A pesar de la abundancia de personajes, la historia está bien llevada y se sigue ciertamente con interés. Puede parecer que el meollo del asunto tarda en arrancar (el citado robo del dinero de unas apuestas ilegales), sin embargo, no es más que el tiempo que se toma el director para que conozcamos a sus personajes y para que estos se conozcan entre sí teniendo como punto de partida un choque de dos coches (¿inspiración en Amores perros?) conducidos por las dos protagonistas. La película está rodada en un estilo bastante original con estilismos visuales, como ralentís o estelas en los movimientos; o recursos narrativos como contarnos dos historias paralelas no alternativamente, sino una a continuación de habernos contado la otra. El resultado final es una película estimable, pese a sus semejanzas con otras propuestas occidentales, que da una idea de la gran variedad de estilos y temáticas de la que ya hacia gala el cine coreano en aquellos años.

Cuando se estrenó el film, su director, Ryoo Seung-Wan apenas era conocido (se trataba de su segundo film tras "Die Bad", de 2000). Con el tiempo desarrollaría una exitosa carrera con títulos como "The city of violence (2006)", "The Unjust (2010)", "The Berlin File (2013)", "Veteran (2015)" o, su última producción hasta la fecha, "The Battleship Island (2017)".

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