REVIEW: "Birdland (2019)" Dirigida por Takeshi Kogahara -Cortometraje- (Busan International Film Festival)


Realmente no se por donde empezar, pocas veces me sucede que me quedo bloqueado al intentar hablar o escribir sobre algo. Hace varios días que pude disfrutar del cortometraje "Birdland" dirigido por Takeshi Kogahara, un corto que se presentó en el 24th Busan International Film Festival que tuvo lugar desde el 3 al 12 de Octubre pues allí se presentó su premier mundial a competición. Dicho cortometraje junto a las fotos que servían como promoción en seguida me llamó la atención, un título como "Birdland" acompañado de la imagen de un anciano en sus últimos días es algo que choca y si, tras poder verlo gracias a la colaboración con Asian Film Festival, lo cierto es que sigo tocado del ala.

"Birdland" es la historia de un anciano que por su edad ya avanzada pasa el resto de su vida en su cama, sin apenas poder moverse y con serios problemas de salud. El hombre vive solo, apenas tiene una visita ocasional de un cuidador para asearle y verificar que todo ande correcto, nuestro anciano tiene un hijo pero como suele suceder y por desgracia apenas hace acto de presencia. Una noche, nuestro anciano ve nieve fuera de la ventana que despierta recuerdos de su pasado.

Reitero que no sé por donde empezar, días después de su visionado sigo con tensión en el cuerpo, nervioso y secándome las lagrimas que lloré mientras apreciaba sus escasos 20 minutos de duración. "Birdland" no necesita más que eso, apenas 20 minutos para atraparte, entrar en tu alma y desgarrartela. Ya de primeras estancia nos encontramos ante una atmósfera pobre, vacía, sin vida como las pocas ganas de ella que tiene nuestro protagonista sumido en la más remota soledad. Como el propio titulo sugiere; "Tierra de Aves", el director Takeshi Kogahara nos traslada con esta metáfora a las más profundas necesidades del ser humano, la libertad, libertad que brilla por su ausencia en el día a día de cualquier persona que ve como su vida se apaga y no le queda nada a lo que aferrarse excepto a los cuidados de un desconocido que de vez en cuando le cambia los pañales. El cortometraje sirve como espejo para el espectador al situarse en la vida de nuestro anciano que en un momento de lucidez comienza a recordar días mejores y nos traslada a unos tiempos mejores donde él lleno de amor cuidaba de su mujer enferma, juntos paseaban por el campo, disfrutaban de la naturaleza y la libertad... días que pasaron. Es fácil, y por ello tan doloroso, ver en la imagen pálida y sin vida de nuestro anciano un áspero futuro desesperanzador de lo que llegó a ser y en lo que queda ¿Cuántas personas mayores sufren la soledad a la que la vida les somete? ¿Podríamos nosotros llegar a esa situación? ¿Acaso la vida pasa sin darnos cuenta? Da que pensar que a veces nos gustaría regresar a donde eramos felices y no lo sabíamos. Da que pensar que quizás algún día sin quererlo muramos solos.

El director Takeshi Kogahara se graduó de Art Center College of Design en los Estados Unidos y comenzó a hacer vídeos musicales y comerciales. Sus comerciales se proyectaron y fueron premiados en Cannes Lions, Ad Stars, Adfest y otros festivales. Dicho ejercicio de grabar comerciales, donde necesitas del impacto visual y argumental de escasos minutos para atrapar al público es algo que aquí en "Birdland" ejerce a la perfección, directo al grano con escenas tan naturales pero a la vez tan impactantes que sobresaltan. La tensión está a la orden desde el primer momento en el que vemos un plano de nuestro anciano, ahí, postrado en la cama mirando la imagen de un pájaro ¿ansias de libertad? Acompañado de una banda sonora compuesta por el cantar de aves junto a una fotografía de las que te adentran a la pantalla. "Birdland" es una historia de amor, de soledad, de la realidad de la vida y no siento más que emociones encontradas al hablar de ella. Nuestro protagonista, el actor Shin Furukawa, nos deleita con una interpretación que deja huella. Aún cierro los ojo y le veo a él.

Muchas muchas gracias al director Takeshi Kogahara por dejarme apreciar esto. A veces necesitamos un golpe de realidad para darnos cuenta de que la vida es simplemente vida.

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