Descubriendo cine insólito (Parte1). Por Domingo López.


Al cine de China y de Hong Kong se le es difícil seguir la pista, solo China produce más de mil películas al año así que es todo una odisea pues sus proyectos va dirigido a todo tipo de público; desde producciones de alta delicatessen a las cinta más casposa que nos podamos echar en cara, desde films presentados en festivales como la última gran joya de la corona hasta esos productos directos a lo más profundo de internet. En resumidas cuentas, no hay tiempo para aburrirse con ellos. Si existe alguien en nuestro país capaz de traernos opiniones de todo tipo de esos films que ni en sueños podríamos ver ese es Domingo Lopez, coprogramador del Festival Nits de Cinema Oriental de Vic. Autor o co-autor de libros como "Wild Wild East: del Curry Western al Soja Western", "Made in Hong Kong", "Kung Fu Girls" o "Johnnie To, redefiniendo el cine de autor". Director de la revis-ta Cineasia y responsable del sello Trashorama. Co-director y guionista del programa Hollybrut de Paramount Channel. Así pues, ahí va una pequeña descarga de valoraciones de cintas altamente interesantes con esta selección de títulos solo apto para FansAsiáticos.

DEADLY KILL (Wang Yan-Chuan, 2019)

"Mortalmente muerto" es un título maravilloso, hay que decirlo, digno de la era del videoclub más explosiva. Otra cosa es que encaje en esta cinta de intrigas bélicas ambientada en la guerra chinojaponesa, en la que francotiradores de ambos bandos miden sus fuerzas a golpe de gatillo. El protagonista es uno de nuestros detectives Dee favoritos, Luo Liqun, el de "Detective Dee and the Road to Hell", que ya se ha visto en unos cuantos festivales españoles y pronto aparecerá en DVD de manos de Trash-o-Rama. La cinta tiene una producción y dirección impecables, con mucha trama situada en el Shanghai de los años 30 y una pelea de kung fu girls en su parte final que recuerda a los duelos titánicos entre Moon Lee y Yukari Oshima de los 90.

JADE DYNASTY (Ching Siu-Tung, 2019)

Con sus discípulos haciendo horas extras en la fiebre del wuxia y el xianxia era ya de extrañar que el propio Ching Siu-Tung no participase del fenómeno, y más teniendo en cuenta que la última película que dirigió fue "The Sorcerer and the White Snake (2011)". Afortunadamente, nada se parece esta a aquella. Se acabó la sobredosis de CGI al estilo "Zu Warriors" (eso ya está demodé). Ahora lo que mola es regresar a la acción de cable clásica, los dragones, las hadas y los guerreros lanzando fuego por las palmas. "Jade Dynasty" adapta una popular novela publicada por entregas en internet que sirvió de base a uno de los juegos online más populares de China y ya se ha anunciado que tendrá secuela. Ching (acompañado por Hung Yanyan) crea acción bizarra y titititera, con decenas de personas volando por los aires al mismo tiempo. A ver si encuentro el making of por ahí, que ha de ser digno de ver.

DRAGON AWAKENING (Woo Ming-Hoi, Sun Mengfei, 2019)

Un director hongkonés y uno chino dirigen este xianxia abundante en criaturas mitológicas y secuencias de acción de cable. Liu Guanlin interpreta al joven Ji Gong, un monje rebelde y díscolo habitual del cine y la TV chinas (Stephen Chow lo interpretó en "The Mad Monk"), aquí un cazador de demonios que oculta en su interior la reencarnación de un dragón. Otro deleite de espíritu retro y corazón actual con secuencias de luchas a espada contra esqueletos directamente inspiradas en Harryhausen (cambiando el stopmotion por el CGI, que cuesta menos de hacer) y referencias directas a la obra de Pu Songling.

REMAIN WITNESS (Zhou Ke, 2019)

Si lo tuyo son los thrillers judiciales a lo "Silent Witness" y su secuela disfrutarás igualmente de esta cinta protagonizada por Francis Ng y Zhou Xun, que interpretan a fiscal y abogada enfrentados en el juicio por una agresión que dejó en coma a una cantante famosa, al tiempo que lidian con rencillas del pasado. Hay que reconocer el talento que tienen estas películas para atrapar al espectador, recurriendo a trampas ingeniosas, giros argumentales forzadísimos y recursos al dramatismo exacerbado, a lo que ayuda la partitura del siempre acertado Peter Kam. A Francis Ng se le empiezan a notar los años y el Grecian 2000, pero sigue siendo un placer verlo en pantalla.

HUO YUANJIA (Huang Jianye, 2019)

Huo Yuanjia es, junto a Wong Fei-Hung y Fong Sai-Yuk, uno de los maestros marciales con más encarnaciones en la pantalla, que se remontan a los tiempos del boom del cine de kung fu. Jet Li interpretó al personaje en "Fearless (2006)" y Vincent Zhao lo hizo en una serie de TV del 2001 y en otra de inminente estreno titulada (cómo no) "Fearless". Aquí es el imberbe Tan Xu el que se deja la coleta para interpretar a Huo junto a Ken Lo. Esperaba bastante más de la película, especialmente en el terreno de la acción, con demasiado Parkinson en la cámara y cortes rápidos para disimular que el guapito protagonista no nació con el don de la lucha. La historia es la de siempre: biografía y fantasía mezcladas, con Huo enfrentándose a los invasores extranjeros para defender un tesoro nacional.

FOUR EYES MASTER (Ricky Lau, 2019)

Y otro spin-off de "Mr. Vampire" más para la colección, con Chin Siu-Ho y Billy Lau y dirigido de nuevo por el creador de la saga. Es la tercera película que estrena este año con idénticos protagonistas y temática, aunque esta resulte la más infantil de las tres, con el protagonismo de un niño vampiro y sus amigos, al estilo de las películas taiwanesas de la saga "Hello Dracula" (salvando las distancias). A estas alturas ya ni se molestan en hacer que sean sueños para salvar la censura. Descubrieron que diciendo que el vampirismo lo causa un virus evitan el componente sobrenatural y ya pueden seguir haciendo las mismas películas sin cambiar nada. Hay mucha más acción que en la anterior, curiosamente con un estilo parecido al de las películas de la IFD, aunque el nombre del responsable no me suena de nada. Vaya usted a saber.

JOURNEY TO THE EAST (Dong Wei, 2019)

A Jeff Lau le encanta sacar a los 8 inmortales en sus películas y este Dong Wei debe de ser un gran fan del director hongkonés, porque no solo los hace protagonistas, sino que también usa el estilo de Lau para firmar una cinta xianxia de genuino aroma cantonés (pese a ser china). Law Kar-Ying (interpretando por enésima vez el papel de uno de los dioses) aparece junto a Zhang Yuan, un jovenzuelo que hace las veces de Stephen Chow. Aparte de las trifulcas de superguerreros (con espectaculares secuencias de acción) hay dragones (con historia de amor a lo Pu Songling), demonios cornudos y mandopop en la banda sonora.

THE CHINESE SOLDIERS (Xu Mingwen, 2019)

Crystal Huang interpreta a la versión femenina de Jacky Wu en este panfleto a mayor gloria de las fuerzas de defensa de la nación que intenta emular las mieles de "Wolf Warrior", colocando a la muchacha en una misión patriótica infiltrada contra unos traficantes de armas. Wong Yut-Fei, el monje de "Shaolin Soccer", está ya mayorcete, y aparece en unas cuantas escenas ligeras junto al cómico chino He Wenhui (los que vieron el último Detective Dee –no, no el de Tsui Hark- ya saben a qué atenerse). La acción es puramente funcional y está dirigida por uno de los realizadores a sueldo del departamento de propaganda del ejército chino, que tiene ya unas cuantas parecidas a esta a sus espaldas.

ROAD MORPHOLOGY KUNG FU (Zhang Jiahao, 2019)

Cuando se estrenó "Storm Raiders" muchos fans se echaron las manos a la cabeza por aquella combinación salvaje de CGI y wuxia basada en los tebeos cantoneses. Hoy en día no hay semana que no se estrene alguna película similar, tan ignoradas en occidente como la mayoría de cintas asiáticas que no son portadas de catálogo. Lamentos aparte, en esta cinta de guerreros que luchan por la supremacía marcial nos regalan la novedad del kung fu de la rana voladora, cuyo heredero de la técnica es perseguido por aquellos que quieren arrebatarle tan poderoso (y bizarro) estilo de lucha. Trepidante y con efectos low cost (pero resultones) evoca a infinidad de títulos similares filmados en Taiwán hace décadas.

HIDDEN DRAGON BATTLE (Li Jian, 2019)

Quedaros con este nombre: Hu Guofang. Miembro del equipo de especialistas de Nicky Li y doble de acción de Wu Jing en las dos "Wolf Warrior", así como el sustituto habitual de Nicholas Tse y Nick Cheung en idénticos menesteres. En China todo el mundo lo conoce por haber aparecido en un reality de stuntmen junto a Jackie Chan. Esta no es su primera película como protagonista, pero sí la más ambiciosa, permitiéndose filmar luchas multitudinarias en plano secuencia a lo Tony Jaa dentro de una trama de heroic bloodsheed clásica, con narcos y policías infiltrados. Junto a la frenética dosis de peleas y stunts no falta el momento propaganda nacional, con banderita y todo.

KUNG FU TOWN (Zhang Yifei, 2019)


Seguimos con el cine de kung fu chino con otra reunión de estrellas de todas las disciplinas marciales posibles. Seguramente los expertos en dichas modalidades podrían identificar mejor que yo a todos los que aparecen. Yo solo reconozco a Wu Long (que aparece en películas como New Police Story y aquella de Wing Chun dirigida por Liang Chiajen) y a Bruce Leung, leyenda del género con casi un centenar de títulos a sus espaldas. La excusa para el intercambio de tollinas es la celebración del gran torneo de las artes marciales (sí, como el de Dragon Ball) al que acuden luchadores de todo el mundo y donde solo puede quedar uno. Buena acción (aunque con abuso de cámaras lentas en algunas peleas), bastante entretenida y con un inesperado giro final.


HE GHETTO SUPERMAN (Xu Zhuo, 2019)

Fue leer la palabra ghetto y acordarme del príncipe gitano y su dominio intergaláctico de los idiomas. Lamentablemente, la cinta no tiene nada que ver ni con flamencos versionando a Elvis ni con barrios bajos ni con bandas chungas peleando en el Bronx. Todo se reduce a una versión insípida de Superman, con un padre y un hijo que huyen de su planeta en una nave-meteorito y se infiltran entre nosotros intentando pasar desapercibidos. El chaval vuela, detiene el tiempo, es invulnerable y hace el bien en sus ratos libres (aunque no lleva capa ni los calzoncillos por afuera). El conflicto llega cuando una reportera está convencida de que el protagonista lleva una doble vida (y se enamora de él) y una organización secreta lo quiere reclutar para sus planes diabólicos. El final de la película es una versión low cost de las cintas de Marvel, hay mucho relleno en plan comedia y un par de peleas que no están mal, supongo que para cebar el tráiler.

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